Por Anabel Lora Mingote
Como viene siendo habitual, enero llega cargado de agendas apretadas donde las buenas intenciones se convierten en apenados «Y sí…» al llegar al 31 de diciembre. «Y si lo hubiese hecho, y si hubiese ido, y si…». Trazamos planes estupendos, que honestamente, la mayoría de ellos se convierten en humo, mucho antes, ni tan siquiera, de haber intentado llevarlos a cabo. Y si soy sincera, conforme pasan los años, una se da cuenta de que lo importante no es ocupar los días del calendario, sino vivirlos plenamente.
Liberemos las Palabras ha agendado en el calendario nuevos retos para este recién estrenado año, y vamos a intentar cumplirlos. Para nosotras esta aventura comenzó inspiradas por un correo de nuestra querida poeta y escritora Ruth Iturriaga de Segall, con el ánimo de llevar la poesía, las letras, a todas aquellas personas que deseen encontrarse en este rincón especial dedicado para ello. Ruth es una mujer que sigue apostando por el amor a la vida y a las letras, que lucha por la paz y la igualdad. Es una escritora con un toque muy personal, que aun cuando su salud es delicada, hace todo lo posible por estar presente en este blog para mostrar la literatura que le corre por las venas. Sirvan estas palabras para agradecerle la iniciativa de este blog y el mantenerse al pie del cañón, siempre que su salud se lo permite.
En Liberemos las Palabras, enero una vez más nos recoloca. Hace una llamada de atención para situarnos en nuestro centro y mejorar cada día. A impulsarnos como personas y escritoras, intentando dar lo mejor de nosotras mismas. Queremos lograr que las personas que se asoman a este blog, puedan disfrutar de los poemas y textos que nacen del corazón.
El año pasado nos pareció interesante acercarnos mediante la grabación de los textos, para que con nuestras voces puedan sentir la forma en que nosotras pensamos nuestros poemas o prosa, cuando los escribimos. No es una tarea fácil, desde luego. No siempre se consigue la entonación, la pausa, pero seguimos esforzándonos para que disfruten igual que lo hacemos nosotras.
Escribir nos da vida. Nos llena. Las palabras brotan incapaces de quedarse en la mente. Necesitamos escribirlas, regalarlas. Hay un gran trabajo detrás antes de llegar a publicar en el blog. Correcciones, desesperos, dudas… Pero ese es otro tema y para otro día.
Hoy nos quedamos con la alegría que nos supone que se acerquen, lean, escuchen los textos, y conozcan a las personas que cada mes son invitadas para llevarles un pedacito más de la literatura.
Feliz comienzo de año. Feliz vida.